Getsugakure – 1290 A.C
Getsugakure, ciudad de
los vivos, la joya del Hokage Hashirama Senju. Hogar de Kabuto, guardián de la
muerte y sumo sacerdote del Hokage, y lugar de nacimiento de Orochimaru,
consorte del Hokage.
En los pasillos del palacio, dirigiéndose a un encuentro
clandestino más con su amante, caminaba con paso sereno para no levantar
sospechas un doncel de cabellos negros y ojos dorados, poseedor de una hechizante
belleza que había cautivado al Hokage Hashirama Senju, el cual lo convirtió en
su consorte real y prohibió que otro varón que no sea él lo tocara.
— Orochimaru – dijo su amante secreto,
el sumo sacerdote Kabuto, una vez lo vio entrar al salón privado.
El doncel no respondió simplemente se encamino de una manera más sexy hacia
el varón de cabellos grises y ojos negros, quien al ver a su amado junto a él
lo tomo de los hombros y beso con pasión borrando en el proceso la tinta fresca
que cubría al doncel y lo marcaba como propiedad del Hokage.
Los amantes se besaban con total vehemencia y deseo, ignorantes de que
pronto serian descubiertos pues el Hokage había visto como su consorte entraba
al salón privado, curioso lo había seguido y había detenido a tiempo que las
puertas del salón fueran cerradas.
— ¿Qué están haciendo aquí? – dijo
Hashirama desconcertado por la presencia de los sacerdotes de Kabuto, quienes
al ver al Hokage empezaron a replegarse para preparar la huida de su sumo
sacerdote ante el inminente descubrimiento de su aventura con el consorte real.
El Hokage cada vez más desconcertado y sintiendo un mal presentimiento abrió
las finas cortinas que separaban la entrada del salón privado del centro de
este, encontrando a su consorte en una actitud sospechosa junto a una estatua
del Kami Hagoromo.
— ¿Quién se atrevió a tocarte? –
exclamo colérico Hashirama al descubrir que la tinta de la parte izquierda del brazo
de su consorte estaba corrida, signo de que alguien había tocado a Orochimaru,
el cual tenía una cara de sorpresa y miedo al verse descubierto.
Hashirama sintió una presencia detrás de él, al girarse se encontró con
Kabuto, quien aprovecho que el Hokage estaba sorprendido por su aparición para
quitarle la espada que tenía en su cintura.
Antes de que Hashirama pudiera decir o hacer algo más, Orochimaru saco de
entre sus ropas una daga, la cual clavo en la espalda del Hokage. Acto seguido,
Kabuto le corta el pecho a Hashirama con su propia espada.
El Hokage cae muerto a los pies de los amantes
Unos ruidos provenientes de la puerta del salón privado, signo de que
estaba siendo forzada, llevo a que los amantes sean conscientes de las
consecuencias que se desatarían por lo que habían hecho.
— ¡La guardia del Hokage! – exclamo
Kabuto, al parecer alguien había alertado que el Hokage corría peligro.
— ¡Tienes que irte! ¡Salva tu vida! –
dijo Orochimaru al ver que faltaba muy poco para que la guardia entrara a la
sala privada.
— No
— Solo tú puedes resucitarme
Kabuto miro sorprendido a Orochimaru ante lo dicho pero antes de que
pudiera decir algo sus brazos fueron rodeados por sus sacerdotes, quienes
habían visto desde las sombras el asesinato del Hokage.
— ¡No te voy a dejar! ¡Aléjense de mí!
– gritaba Kabuto tratando de liberarse de sus sacerdotes que lo intentaban
sacar del lugar. Cuando escucho como la puerta era abierta al fin se rindió y
dejo que lo arrastrasen hacia la salida secreta no sin antes mirar a Orochimaru
y prometerle: – ¡Vivirás otra vez! ¡Voy a resucitarte!
Orochimaru vio cómo su amado era sacado del lugar, dejándolo solo con los
guardias del Hokage dirigiéndose a él.
— ¡Mi cuerpo ya no es su templo! – dijo
el doncel antes de clavarse en su estómago la misma daga que había usado para
asesinar al Hokage.
Kabuto pudo ver a través de la sombra que se reflejaba en la pared como
la vida de su amado se extinguía.
Para resucitar a Orochimaru, Kabuto y
sus sacerdotes, allanaron su tumba y se llevaron su cuerpo, se adentraron en el
desierto y llevaron el cadáver de Orochimaru a Sunagakure, ciudad de los
muertos. Antiguo lugar de sepultura de los hijos de los Hokage y última morada
de las riquezas del reino.
Por amor, Kabuto se atrevió a
provocar la ira de los Dioses adentrándose en la ciudad, donde tomo el libro
negro de los Muertos de su recinto sagrado.
El alma de Orochimaru, había sido enviada
al oscuro mundo de las tinieblas, sus órganos vitales extraídos e introducidos
en cinco vasijas sagradas.
Alrededor de una mesa de piedra donde reposaba el cuerpo de Orochimaru y
las cinco vasijas sagradas se encontraban los sacerdotes de Kabuto orando
mientras que Kabuto recitaba un conjuro del libro negro, que provoco que de un
pozo de aguas negras saliera el alma de Orochimaru, la cual se dirigió al
cuerpo del doncel y entro en su interior, haciendo que despertara.
El alma de Orochimaru regreso de la
muerte pero la guardia del Hokage había seguido a Kabuto y lo detuvo antes de
que el ritual se completara.
El alma de Orochimaru salió nuevamente del cuerpo del doncel para
regresar al pozo de aguas negras ante la impotencia de Kabuto, quien se
encontraba apresado por dos guardias.
En la sala de castigos, los guardias del Hokage terminaban de envolver el
cuerpo de un mudo Kabuto pues le habían cortado la lengua en el proceso. Una
vez concluida la labor, los guardias tomaron el cuerpo del sacerdote y lo
colocaron dentro de un sarcófago. Por último un
guardián con una máscara se acercó con un jarrón lleno de escarabajos
carnívoros y lo vertió dentro del sarcófago. Los escarabajos empezaron a
devorar el cuerpo Kabuto mientras el sarcófago era sellado con una llave,
enterrándolo debajo de una estatua de Kami Hagoromo.
Fue condenado a permanecer dentro de
su sarcófago sellado, a no morir por toda la eternidad, los ANBU nunca
permitirían que fuera liberado, si se libera se esparciría la enfermedad, una
plaga sobre la humanidad, un maléfico comedor de carne, con la fuerza de las
seas, el poder de las arenas y la gloria de lo invencible.
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