31 de marzo de 2015

Capítulo 3




    Realmente crees que se presentara – le pregunto Naruto a su hermano al no ver a su guía, el señor Uchiha, en el puerto de Konoha. El doncel junto con su hermano se encaminaron  hacia el barco mercante que los llevaría por río hacia el poblado de Kategura, y desde allí partirían a caballo hacia Sunagakure.

    Si, sin duda conociendo mi suerte. Debe ser un vaquero, conozco a su clase y su palabra vale – le dijo Memma con seguridad, aunque él tampoco podía negar que también estaba un poco preocupado de que su guía no venga pues no lo habían visto desde que lo sacaran de prisión pues el varón luego de ser liberado solo les dijo que los esperaría en el puerto en dos días alrededor de las 7 am (hora en la que la mayoría de los barcos salía hacia Kategura) y que ellos tenían que comprar los boletos del barco.

    Personalmente, aniki, creo que es desaliñado, grosero y totalmente ignorante, la verdad no me simpatiza.

    ¿Alguien que conozco? – escucharon decir detrás de ellos, inmediatamente reconocieron a quien pertenecía esa voz, y lentamente (más Naruto que Memma) voltearon a ver hacia atrás, sin embargo los hermanos se sorprendieron al ver el cambio de imagen de su guía. Naruto no pudo evitar ruborizarse pues frente a él se encontraba un apuesto varón correctamente vestido y limpio en lugar de aquel sucio y salvaje varón que conocieron en la prisión.

    Ah…oh…hola – dijo torpemente Naruto cuando el varón poso su mirada sobre él causando que su corazón se acelera.  “Genial, Naruto, quedaste como un tonto ante él” pensó Naruto al ver como el Uchiha mostraba una sonrisa divertida ante su torpeza.

    Buen día para empezar una aventura, señor Uchiha – dijo Memma con una sonrisa al recién llegado.

    Si, si, hermoso – dijo el varón mientras aseguraba bien su billetera dentro del bolsillo de su chaqueta.

    Oh, no, jamás le robaría a mi socio, ¡socio! – dijo el varón ojiazul riéndose al igual que el Uchiha, aunque este tenía una risa fingida.

    Me pregunto si no me guarda rencor por él …– decía el Uchiha mientras hacia una seña de como si le diera un puñetazo.

    ¡No! No me pasa todo el tiempo

    Señor Uchiha – dijo Naruto para llamar la atención del varón pues quería que este le resolviera una duda.

    Si

    Podría mirarme a los ojos y garantizarme que no se trata de una tomadura de pelo, porque si es así, le advierto que yo…

    ¿Usted me advierte? – dijo Sasuke divertido por la “amenaza” del doncel – Deje decirle esto, mi maldita guarnición creía tanto en esto, que sin tener ordenes, marcho por todo Libia y llego a Egipto para buscar la ciudad y al llegar ahí solo encontraron arena y mucha sangre…–  Y con estas últimas palabra tomo las valijas de Naruto y subió por la rampa de abordaje del barco, dejando atrás al doncel con la palabra en la boca.




     Ah sí… tienes razón, sucio, grosero, desaliñado, nada que nos guste de él…– le susurro divertido Memma a su otouto, recibiendo una mirada fulminante por parte del doncel.

    Brillante y bella mañana – dijo Saburo, saliendo de la nada sorprendiendo a los hermanos Namikaze.

     ¡Oh no! ¿Qué hace  usted aquí?

    Vine a proteger mis inversiones, muchísimas gracias – decía Saburo mientras subía por la rampa del barco ante la mirada de molestia de parte de Memma y Naruto por su inesperado invitado. Los hermanos Namikaze simplemente suspiraron y se encaminaron a subir al barco para partir.


La noche había llegado y mientras que la mayoría de los pasajeros se preparaba para dormir, un grupo de varones vestidos completamente de negro y armados a bordo de pequeños botes se acercaba lentamente hacia el barco para llevar a cabo la misión que su líder les había encomendado.

Dentro del barco indiferente a la invasión que se realizaría, Memma junto a tres jóvenes varones que había conocido en el bar del barco jugaban un partido de póquer y bebían alcohol en la cubierta del barco.

    Deja de jugar con los lentes, y corta el monte, Zetsu – dijo impaciente Kakuzu pues hasta que su amigo no terminara de limpiar sus lentes no empezaría la cuarta partida de póquer de esta noche.  

    Sabes Hidan que sin mis lentes no puedo hacer nada – le respondió Zetsu mientras se ponía sus lentes, señal que le indico a Hidan, el otro compañero de Kakuzu y Zetsu, empezar a repartir las cartas, en medio de la repartición memma diviso Sasuke y lo invito a jugar.

    Solo juego con mi vida, jamás con mi dinero – le respondió Sasuke declinando la oferta.

    ¿Jamás? – le dijo Hidan a Sasuke con un tono de incredulidad – ¿Y si te apuesto 500 dólares a que llegamos a Sunagakure antes que tú?

    ¿Están buscando Sunagakure?

    Y vamos a encontrarla – dijo Kakuzu con seguridad no por nada era junto con sus amigos  reconocidos cazadores de tesoros.

    ¿y quién dice eso?

    Él lo dice – dijeron los cazadores de tesoros apuntando a Memma, quien embozo una sonrisa nerviosa antes de dirigir su mirada a Sasuke

    Bueno…parece que…– empezó a tartamudear Memma sabiendo que se habido de boca al revelar su destino.

     Apuestas – volvió a insistir Hidan

    Si claro que si – dijo Sasuke con una gran sonrisa

    ¿Por qué esta tan seguro? – le pregunto a Sasuke un varón de cabellos rojos y ojos negros que se encontraba sentado cerca del grupo fumando de una pipa. Sasuke al verlo supuso que sería el arqueólogo que el grupo de cazadores había contratado.

    ¿Y por qué usted? – le respondió Sasuke al varón con otra pregunta.

     Bueno tenemos un hombre que ya ha estado allí – dijo Kakuzu con una sonrisa de superioridad.

    Ah.. que coincidencia, porque Sasuke…– antes de que Memma pudiera revelar que Sasuke también estuvo allí, este lo golpeó con su bolso en el hombro para que no dijera nada más – ¿Quien juega?  ¿A mí me toca? Pensé que era  mi turno….

    Caballeros, me retiro, descansen – dijo Sasuke pero antes de irse apretó un poquito el hombro de Memma para que el joven Namikaze aprendiera a mantener su boca cerrada.

    Adiós – se despidió Memma con una pequeña risa nerviosa mientras se acariciaba su  adolorido hombro.


Nauto se encontraba sentado en una de las mesas que había en la parte de al fondo de la cubierta leyendo un libro cuando de repente el sonido de algo impactando contra la mesa lo asusto, provocando que soltara un grito.

    Ups, lo siento, no quise asustarte – dijo Sasuke con un tono divertido al ver la reacción del doncel cuando dejó caer su bolso sobre la mesa.

    Lo único que me asusta señor Uchiha son sus costumbres – dijo el doncel en tono ofendido para luego volver a retomar su lectura.

    Que, ¿el beso no le gusto?

    Si a eso le llama beso…– dijo Naruto tratando de mostrar que el beso le había sido indiferencia.

“Mentiroso” pensó Sasuke mientras extendía su bolso en casi todo lo largo de la mesa, revelando  su peligro contenido pues en el había todo tipo de armas mortales.

    Hay…Hay algo que yo no sepa…em….¿iremos a la guerra? – pregunto Naruto con cierto nerviosismo al ver el contenido del bolso.
    Hay algo allá, algo debajo de la arena…– dijo Sasuke mientras cargaba una de sus armas y se la ponía en uno de los laterales de su sobaquera.

    Si, espero encontrar cierto artefacto…un libro en realidad, mi hermano cree que hay un tesoro en realidad, usted que espera encontrar

    Creo que… el mal – dijo mientras Naruto curioseaba con timidez el contenido del bolso – Los Bueguinos y los Tahuret creen que Sunagakure está maldita – Sasuke le quito a Naruto  un arma blanca pequeña, antes de que se cortara con ella por andar de curioso.

    Bueno yo no creo en cuentos de hadas ni en maleficios señor Uchiha pero, creo que uno de los libros más famosos de la historia está enterrado allí, El libro de Hagoromo, contiene todos los secretos de los conjuros del viejo imperio japonés, mire eso fue lo que me intereso de Japón cuando era niño, es por eso que vine aquí, ha sido una meta en mi vida.

    Es más, el hecho de que pueda haber oro puro no le interesa a usted, verdad – dijo Sasuke mientras limpiaba una de sus armas.

    ¡Usted conoce su Historia! – dijo Naruto con sorpresa pues pensaba que el varón era un ignorante que no sabía nada de Sunagakure.

    Y mi tesoro

Sasuke termino de cargar el arma que había estado limpiando y volvió a ponerla en su lugar para luego tomar una 45 mm.

    Amm…por cierto…y porque me beso – pregunto Naruto con nerviosismo, desde que el varón lo había besado no había podido evitar preguntarse el porqué de ello más aun al ser su primer beso.

     Iba a ser ahorcado, me pareció buena idea hacerlo – dijo Sasuke con burla mientras cargaba la 45 mm.

Naruto se sintió ofendió y decepcionado ante la respuesta de Sasuke, sin duda el varón a pesar de ser apuesto era un total idiota. Agarro su libro con fuerza y se levantó de la silla. 

      ¿Que? ¿Qué dije? – pregunto Sasuke mientras miraba desconcertado como Naruto se iba alejando. No entendía la actitud ofendida del doncel, él solamente había respondido con la verdad a la pregunta que le había ello el rubio.

El quejido de alguien cayendo hizo que Sasuke dirigiera su mirada hacia unas cajas que se movían, extrañado, se acercó sosteniendo una de sus armas, grande fue su sorpresa al encontrase con la cara del cobarde de Obito, rápidamente lo agarró del cuello y lo saco de su escondite.

    Ahí que grata sorpresa, mi gran amigo, ¡estas vivo! Estaba muy muy preocupado – dijo el varón mientras trataba de liberarse.

    Valla aquí tenemos a mi buen amigo Obito…Creo que te matare – dijo Sasuke apuntando con su arma la cara de Obito.

    ¡No! Piensa en mis hijos

    Tú no tienes ningún hijo

    Pero podría tener

    ¡Callate! – le grito Sasuke sin dejar de apuntarle con el arma – Así que tu trajiste a los cazadores de tesoros, debí suponerlo, ¿Qué planeas, Obito? ¿Los llevaras en medio del desierto y los dejaras que se pudran? – Sasuke conocía muy bien a Obito y sabía que así operaba este.

    No, en esta ocasión no. Estos hombres son muy listos, solo me han pagado la mitad, la otra cuando vuelvan a Konoha, así que esta vez debo llevarlos.

    Los engañaras – dijo Sasuke sin alguna duda mientras bajaba el arma y la guardaba.

    Tu jamás has creído en la existencia de Sunagakure…¿ Porque vas a regresar?

Obito se extrañó al ver que Sasuke se quedaba callado pero al oir el berrido de un camello, giro su mirada y se quedó embobado al ver al hermoso doncel que estaba acariciando al camello.   

    Vez a ese doncel,  me salvo el cuello… – dijo Sasuke, siguiendo con la mirada los movimientos cariñosos que Naruto le dedicaba al camello. “Es tan tierno e inocente” pensó Sasuke pero se obligó a desechar ese pensamiento entre Naruto y él no existía ninguna posibilidad de una relación amorosa, ellos eran muy diferentes.

Naruto sintió que era observado y al girar se topó con la negra mirada de Sasuke quien se encontraba acompañado de un varón que lo miraba raro. Decidió ignorarlos y retirarse a dormir ya que aún se sentía ofendido por la respuesta que le dio Sasuke con respecto al beso.

Los varones observaron como el rubio doncel se retiraba y Sasuke no pudo evitar darle una ojeada al muy apetecible culo del doncel.

    Tu siempre has tenido más bolas que cerebro – dijo Obito dando una palmada en la espalda a Sasuke al darse cuenta de donde estaba posada la mirada de Sasuke, quien al oír ese comentario empezó a reír provocando que Obito también se riera sin darse cuenta que la risa de Sasuke era falsa.

    ¡Si! – dijo Sasuke para luego tomarlo del pecho y arrojarlo por la borda del barco sin consideración alguna.

    ¡UCHIHA! – se escuchó el grito de Obito, cada vez más lejos, pero Sasuke lo ignoro  y decidió terminar de arreglar su bolso de viaje. Sin embargo al mirar al piso le llamo la atención las pisadas de agua que se dirigía hacia el interior del  barco, sabiendo que era imposible que Obito tuvo un mal presentimiento.

“Naruto” pensó antes de escuchar un grito del interior del barco.  



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