Después de dejar a Sasuke y su raro amigo
en la cubierta del barco, Naruto se dirigió hacia su camarote y una vez allí dejo
su libro sobre el tocador y se dispuso a prepararse para ir a dormir, se puso un
largo camisón blanco como piyama; y mientras se escarmenaba su pelo rubio
frente al espejo del tocador volvió a pensar en el beso, en su primer beso,
aquel que fue robado por un idiota que dejo claro, apretó con furia el cepillo,
que si no hubiera estado a punto de morir no lo hubiera besado. Sabía que no
era hermoso y que su forma de vestir era muy recatada para sus 20 años de edad pero
¿Tan poco atractivo era que solo a punto de morir un varón lo besaría?
—
Estúpido Sasuke – murmuro Naruto y sin querer
boto el libro que había estado leyendo, dejo su cepillo sobre el tocador y se
agacho para recoger el libro sin embargo al estar nuevamente frente al espejo
del tocador soltó un grito al ver que junto a él se encontraba un varón vestido
totalmente de negro y extraños símbolos en el rostro.
—
¿Dónde esta el mapa? – dijo el varón mientras tomaba
del cuello al doncel, lo apresaba contra la pared y colocaba una daga a la altura de su cuello.
—
Eh, eh, eh, en la, en la…– trataba de decir
Naruto con esa daga en su cuello mientras señalaba con la mirada la mesa donde
reposaba la parte no quemada del mapa. Al parecer el varón capto el mensaje y dirigió
su mirada hacia la mesa mas no dejo libre aún al doncel.
—
¿Y la llave? ¿Dónde está? – dijo el varón
acercando la daga aún más al cuello del doncel.
—
La, La, ¿La qué? – tartamudeo un Naruto muy
asustado y sin comprender lo que el extraño le pedía.
—
¡NARUTO! – el varón de ropas negras y Naruto
posaron su mirada en la entrada del camarote.