Después de dejar a Sasuke y su raro amigo
en la cubierta del barco, Naruto se dirigió hacia su camarote y una vez allí dejo
su libro sobre el tocador y se dispuso a prepararse para ir a dormir, se puso un
largo camisón blanco como piyama; y mientras se escarmenaba su pelo rubio
frente al espejo del tocador volvió a pensar en el beso, en su primer beso,
aquel que fue robado por un idiota que dejo claro, apretó con furia el cepillo,
que si no hubiera estado a punto de morir no lo hubiera besado. Sabía que no
era hermoso y que su forma de vestir era muy recatada para sus 20 años de edad pero
¿Tan poco atractivo era que solo a punto de morir un varón lo besaría?
—
Estúpido Sasuke – murmuro Naruto y sin querer
boto el libro que había estado leyendo, dejo su cepillo sobre el tocador y se
agacho para recoger el libro sin embargo al estar nuevamente frente al espejo
del tocador soltó un grito al ver que junto a él se encontraba un varón vestido
totalmente de negro y extraños símbolos en el rostro.
—
¿Dónde esta el mapa? – dijo el varón mientras tomaba
del cuello al doncel, lo apresaba contra la pared y colocaba una daga a la altura de su cuello.
—
Eh, eh, eh, en la, en la…– trataba de decir
Naruto con esa daga en su cuello mientras señalaba con la mirada la mesa donde
reposaba la parte no quemada del mapa. Al parecer el varón capto el mensaje y dirigió
su mirada hacia la mesa mas no dejo libre aún al doncel.
—
¿Y la llave? ¿Dónde está? – dijo el varón
acercando la daga aún más al cuello del doncel.
—
La, La, ¿La qué? – tartamudeo un Naruto muy
asustado y sin comprender lo que el extraño le pedía.
—
¡NARUTO! – el varón de ropas negras y Naruto
posaron su mirada en la entrada del camarote.
Sasuke luego de haber oído el grito del
doncel corrió rápidamente hacia el camarote de este con un arma de 9 mm en cada mano. Al llegar vio al
doncel apresado contra la pared siendo amenazado con una daga por un varón de
ropas negras, rápidamente apunto sus armas hacia el extraño varón pero este fue
más rápido y uso a Naruto como escudo. Para complicar aún más la situación, la
ventana del camarote se abrió y dejo ver a otro varón de ropas negras con dos
armas pero esta vez Sasuke fue más rápido y lo elimino, lamentablemente una de
las balas le dio a una lámpara de aceite, que cayó sobre el sofá envolviéndolo
rápidamente en llamas y expandiéndose a sus alrededores. Al ver que el fuego se
acercaba hacia él el varón de ropas
negras retrocedió unos pasos debilitando su agarre sobre Naruto, quien aprovecho
este descuido para agarrar una vela que estaba a su alcance y la lanzo sobre la
cara del varón de ropas negras, este por instinto soltó a Naruto para proteger
su cara. Al mismo tiempo que Naruto corría
a refugiarse detrás de Sasuke por la
ventana del camarote volvía aparecer otro varón de ropas negras. Sasuke empezó
a disparar al mismo tiempo que retrocedía junto con Naruto hacia la salida del
camarote.
—
¡El mapa, el mapa…Olvide el mapa! – dijo Naruto
en medio del pasillo pero cuando intento volver al camarote para recuperarlo
fue impedido por Sasuke, quien lo sujeto de la mano y comenzó a tirar de el
para que siguiera avanzando.
—
Tranquilízate, yo soy el mapa, ¡Todo esta aquí!
– dijo Sasuke señalando su cabeza al mismo tiempo que verificaba que el pasillo
este libre.
—
Oh, eso es un gran consuelo
Y mientras Sasuke y Naruto se alejaban del
camarote, en este el ya recuperado varón de ropas negras que Naruto había
agredido se encaminaba a la salida a
perseguirlos cuando diviso en el suelo la llave que había ido a buscar; cuando
quiso tomarla fue empujado por accidente por Memma, quien había ido al camarote
a buscar a su hermano, cayendo sobre el sofá en llamas y a pesar de estar envuelto
en llamas volvió a intentar agarrar la llave sin embargo Memma logro agarrarla
primero para luego salir corriendo del camarote al ver que el varón de ropas
negras se lanzaba contra él para recuperar la pequeña caja octogonal.
En la cubierta
del barco, los pasajeros trataban de protegerse de los disparos y del fuego;
muchos optaron por lanzarse hacia el río con las pocas pertenencias que habían
podido rescatar. Este era el caótico panorama con el que se toparon Sasuke y
Naruto cuando salieron a cubierta.
—
Cargue esto – dijo Sasuke mientras le entregaba a Naruto su
bolso de armas, que previamente había escondido.
Protegido de los disparos por una pared de
madera Sasuke volvió a cargar una de sus arma bajo la asustada mirada de Naruto
quien se aferraba con fuerza al bolso de armas más aún al ver que una serie de
disparos perforaban la pared de madera cada uno más cerca de la cabeza de
Sasuke.
—
Uchiha – grito asustado mientras tomaba al varón
de la camisa y lo atraía hacia él evitando que los dos últimos disparos le
perfora la cabeza.
Sasuke aun sorprendido por su cercana
muerte, le dirigió una mirada de agradecimiento al doncel para luego sacar de su sobaquera su otra arma ya cargada, y
ponerse a disparar con sus dos armas mientras se abría camino hacia uno de los barandales
del barco, en el proceso mato a varios varones de ropas negras ante la
sorprendida mirada del doncel, quien no podía creer la perfecta puntería que
tenía el varón.
—
¿Sabes nadar bien? – dijo Sasuke mientras le
quitaba el bolso de armas de las manos del doncel y lo dejaba en el suelo
—
¡Por supuesto que se nadar cuando la ocasión la
requiere!
—
¡Créame ahora se requiere! – y antes de que
Naruto pueda asimilarse esas palabras, Sasuke tomo al doncel y lo lanzo por la
borda. Acto seguido tomo su bolso y justo cuando estaba por tirarse también, un
varón de ropas negra salió de la nada y lo tiro al piso, sin tiempo que perder
Sasuke se levantó y comenzó una lucha cuerpo a cuerpo con el recién llegado. En
un principio el varón de ropas negras llevaba la delantera pero un cabezazo por
parte de Sasuke desoriento al recién llegado y aprovechando este momento de
debilidad Sasuke con una patada lo empujo a un cuarto en llamas.
Tras vencer a su enemigo se encamino hacia
el barandal para lanzarse al río pero la llegada del jefe de la prisión de
Konoha lo interrumpió.
—
Uchiha, Uchiha, ¿Qué es lo que vamos a hacer? –
le pregunto un desesperado Saburo a punto de sufrir un colapso nervioso.
—
Espera
aquí, ¡iré por ayuda! – le respondió Sasuke, para luego tomar su bolso y con el
a su espalda se lanzó al río.
Pocos segundos después Saburo se dio cuenta
que el Uchiha no iba a volver pues la única salida que existía para salir de
este barco era lanzándose al río, así que sin tiempo que perder se lanzó al rio
rogando a Kami para que no se ahogara pues él no sabía nadar muy bien.
Luego de ver que su hermano no estaba en
el interior del barco y de perder momentáneamente al varón de ropas negras que
lo perseguía; Memma salió a cubierta a buscar a Naruto, topándose en su
búsqueda con un eufórico grupo de cazadores de tesoros, quienes usando unas mesas
volteadas, sillas y baúles como escudo
disparaban contra el enemigo con total diversión.
—
Ah… Cazadores de tesoros… siempre tan locos…
Memma se dispuso a continuar con su
búsqueda cuando vio que del interior del barco salía el varón de ropas negras, aún
envuelto en llamas; rápidamente corrió hacia el barandal seguido muy de cerca
por el varón de ropas negras, quien antes de llegar a él fue abatido por uno de
los cazadores de tesoros, cayendo muerto al agua.
—
Creo que esto es una farsa amigos...– dijo Memma
con “valentía” mientras se colocaba su sombrero –… y ¿estoy asustado? – miro a la pequeña caja octogonal que había
logrado recuperar – ¡JA!.. Yo creo que
no señores – pero tan pronto termino de decir esas palabras hubo una explosión
que lo llevo a lanzarse asustado al agua seguido de los cazadores de tesoros y
su aterrorizado arqueólogo pelirrojo.
—
Este es un país complejo – dijo Hidan con enfado
mientras se acercaba a la orilla izquierda del río, pues su traje y zapatos
favoritos estaban empapados. Cerca de él se encontraba Zetsu, quien sacaba agua
de su sombrero; y Kakuzu, quien conducía dos caballos hacia la orilla y dictaba
órdenes a sus empleados para que llevaran los otros caballos hacia la orilla.
Mientras que al otro lado del río, el
grupo de los hermanos Namikaze llegaba a la orilla escuchando las quejas de un
muy enojado Naruto sobre la pérdida de su equipo y de su ropa, especialmente de
la ropa, pues el doncel se sentía vulnerable al tener su piyama prácticamente
transparente pues al ser blanco este se traslucía cuando lo mojaban.
Sasuke arto de las quejas del doncel se
voltio hacia el para decirle que se callara de una vez pero al ver las perfectas y deliciosas curvas que
tenía oculto el doncel con sus ropas recatadas y que hoy podía apreciar con el
camisón mojado que se adherían perfectamente a estas se quedó mudo que solo la
voz irritante de Obito pudo hacerlo despegar su mirada de deseo del doncel,
quien se encontraba muy ruborizado al percatarse de la mirada de Sasuke.
—
¡UCHIHA! – gritaba Obito desde el otro lado de
la orilla – ¡HEY UCHIHA! – grito más fuerte ganándose toda la atención del
grupo de Sasuke – ¡A MÍ ME PARECE QUE YO TENGO TODOS LOS CABALLOS!
—
¡OBITO! ¡A MI ME PARECE QUE USTEDES ESTAN DEL
LADO EQUIVOCADO DEL RIÓ!
—
Rayos …Otra vez tiene razón … ¡Maldita sea! –
murmuro Obito mientras pataleaba en el agua con rabia al ver que el Uchiha tenía
razón.
Era de día y gracias a Kami, durante la
noche los pasajeros sobrevivientes habían logrado llegar a un pequeño poblado
luego de un poco más de una hora de caminata, allí los pobladores les
ofrecieron asilo para pasar la noche.
Y mientras un Saburo era arrojado de una
de las tiendas de campaña por un grupo de donceles y mujeres furiosas al
descubrirlo espiando, Sasuke y Memma se encontraban negociando con un vendedor
de camellos, al perder los suyos en el ataque al barco.
—
¡Solo quiero cuatro! ¡CUATRO! ¡No todo un
regimiento! – dijo Memma por décima vez al vendedor – Uchiha, ¿Puedes creerle a
este estafador? – se quejo Memma por el costoso precio que el vendedor le
pedía.
—
Entonces solo págale al hombre…
—
¡Por Dios Santo! – dijo Memma dándose por
vencido y de mala gana tomo su billetera – ¡No puedo creer el precio de estos
camellos! – murmuraba Memma mientras le entregaba el dinero al vendedor, quien
al ver el dinero sonrió de felicidad y empezó a adular a Memma – ¡Si se feliz,
muy feliz! – dijo con sarcasmo mientras cogía dos camellos y Sasuke los otros
dos.
—
Probablemente pudimos obtenerlos gratis,
solamente tenía que darle a tu hermano – dijo Sasuke mientras se alejaban del
vendedor de camellos.
—
Si…Una oferta tentadora, ¿verdad? – dijo Memma
con picardía pues no le había pasado desapercibido las miraditas que su hermano
y el Uchiha se daban.
Sasuke no tuvo tiempo de responder pues se
quedó hipnotizado al ver a Naruto acercarse a ellos acompañado de un grupo de
mujeres y donceles. Ante él ya no estaba aquel inocente, tierno y recatado doncel
que conoció sino un sexy y hermoso. Naruto traía puesto un traje negro típico
de desierto, que le marcaba perfectamente su cuerpo resaltando las curvas que
había descubierto anoche que tenía el doncel; y un velo negro transparente que
cubría la parte de su cara que iba de la nariz hacía más allá de su boca, y
hacía resaltar esos hechizantes y hermosos ojos azules como el cielo.
—
Y mucho…– murmuro Sasuke para sí pues sin duda
alguna Naruto era toda una preciosidad, preciosidad que no había sido el único
en apreciar pues al mirar a su alrededor se dio cuenta que muchos varones a su
alrededor habían quedado atrapados en la belleza natural de Naruto y algunos de
ellos se atrevían a mandarle sin ningún pudor miradas de deseo, que Naruto no
captaba por andar conversando con el grupo de mujeres y donceles. Y mientras le
entregaba uno de los camellos a Naruto, fulminaba con la más fría y aterradora
mirada a todo aquel varón que tuviera la intención de acercarse hacía ellos
para hablar con él doncel, quien ignorante de las tácticas de intimidación del
Uchiha le hacía mimos al camello.
Memma observaba el comportamiento del
Uchiha, el varón estaba celoso y ese descubrimiento era sin duda interesante ya
que no pensaba que el interés que el Uchiha tenía sobre su hermano era tan
profundo al ser los dos tan diferentes; tendría que hablar pronto con él acerca
de las intenciones que tenía con su hermanito pues aunque no pareciera él era
un hermano celoso más aún cuando había reconocido en el Uchiha su misma clase:
un varón libertino, así que entre gitanos no nos vamos a leer las manos. Él
tenía que proteger el honor y la reputación de su hermano doncel así se lo
había prometido a su padre antes de que este muriera; así que estaba dispuesto
a darle una paliza a quien se atreviera a romperle el corazón a su hermanito, aunque
en el caso de tipos como el Uchiha lo más probable es que le page a alguien
para que le diera una paliza, el tipo sí que pega fuerte púes aún le dolía el
derechazo que le había dado.
—
Bueno solo falta abastecernos para el viaje y
estaremos listos para partir hacia Sunagakure – le dijo Sasuke a los hermanos Namikaze.
—
No creo que haga falta abastecernos, Sasuke, yo
ya lo hice – dijo Naruto mientras señalaba a unas 3 mujeres y 2 donceles del
grupo que tenían en sus manos 2 grandes y
4 medianos bolsos de viajes con todas las provisiones y ropa necesarias
para sobrevivir en el desierto por mínimo 4 días.
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